La familia Alta Sky está diseñada pensando en los profesionales que la fotografía que tienen que viajar con su equipo de estudio, y más concretamente en avión. Cuenta con tres modelos de maletas: Alta Fly 49T (259,90 €), Alta Fly 48T (279,90 €) y Alta Fly 62T (329 €). Los dos primeros tienen capacidad para 1-2 D-SLRs Pro, 5-7 objetivos (hasta 300mm f/2.8), uno o dos flashes (dependiendo del modelo) y varios accesorios entre los que se encuentran un portátil o tableta.
La Alta Fly 62T ofrece aún mayor capacidad, y puede proteger 2-3 D-SLR Pro, 7-11 objetivos (hasta 300mm f/2.8), un flash y accesorios tan especializados como un dron, para lo cual cuenta con divisores que facilitan la personalización del espacio interior.
La otra familia, en esta ocasión de mochilas, es la Alta Fly. Su finalidad es permitir el transporte y protección del equipo fotográfico en el trabajo del día a día, y está compuesta por cinco modelos: Alta Sky 45D (229,90 €), Alta Sky 49 (249,90 €), Alta Sky 51D (269,90 €), Alta Sky 53 (289,90 €) y Alta Sky 66 (249,90 €).
El número de opciones es tan amplio para adaptarse perfectamente a las necesidades de espacio de todo tipo de equipos. Así, la más pequeña, la Alta Sky 45D, tiene capacidad para una D-SLR Pro con objetivos (de 70 a 200 mm f/2.8), 2-3 objetivos, flash y accesorios en el compartimento superior 2/3, así como una CSC (Compact System Camera) con objetivos en el compartimento inferior 1/3, además de ordenador de 13” e incluso una tablet.
Por su parte, la mochila con mayor espacio, la Alta Sky 66, tiene capacidad para transportar una o dos D-SLR Pro con objetivos (de 600mm f/4.0) o un cuerpo con objetivo de 800mm (f/5.6). Y también destaca la Alta Sky 53, que puede contener una o dos D-SLR Pro con objetivos (de 300mm f2/8), 6-8 objetivos, dos flashes y accesorios, o bien albergar un dron con sus accesorios en el compartimento 2/3, más una D-SLR con objetivo. Además también tiene un hueco para un ordenador de 17” e incluso una tablet.
No hay comentarios
Añadir más